Brecha Salarial

Este Mes de la Historia de la Mujer, dirigimos nuestra atención a un tema que resuena en los pasillos del emprendimiento: la brecha salarial de género y su profundo impacto en los negocios propiedad de mujeres. Vamos a abordar sobre cómo la desigualdad de género no es solo una palabra de moda; está influyendo de manera significativa en las decisiones de las mujeres.

Todos estamos familiarizados con la brecha salarial de género, ¿verdad? Un estudio sugiere que esta brecha salarial es un factor que motiva a las mujeres a iniciar sus propios negocios. Los estudios muestran consistentemente que las mujeres, en promedio, ganan menos que sus homólogos masculinos y que las mujeres de comunidades subrepresentadas ganan aún menos en promedio. Esta discrepancia salarial no solo limita los recursos financieros personales, sino que también presenta un obstáculo sustancial para las mujeres empresarias que buscan capital para iniciar o hacer crecer sus negocios. El acceso a financiamiento es un factor crucial para el éxito de cualquier empresa, y la brecha salarial de género agrava los desafíos que enfrentan las mujeres para asegurar los recursos necesarios.

Las mujeres también están enfrentando otros costos de oportunidad: básicamente, sopesando los pros y los contras de sus opciones en cuanto a seguridad financiera. La investigación ha encontrado que cuando hay más desigualdad de género socioeconómica, el costo de oportunidad percibido del emprendimiento para las mujeres en realidad disminuye. ¿A que se debe? Las barreras parecen ser un poco más bajas, lo que hace que el emprendimiento sea un camino más atractivo. Especialmente cuando se consideran otros puntos de decisión, como la mayor flexibilidad en el horario o la capacidad de involucrar a la familia en el negocio.

Este tipo de resiliencia económica de las mujeres no solo impacta a las mujeres a nivel individual; tiene efectos en la escena empresarial de la comunidad en general. A pesar de los desafíos que crea la desigualdad de ingresos, también en muchos casos alimenta la iniciativa de las mujeres para iniciar su propio negocio.

No se trata solo de romper techos de cristal; se trata de crear un entorno donde las mujeres puedan perseguir con confianza sus sueños empresariales, equilibrar todo lo que conlleva la vida y encontrar una movilidad económica ascendente equitativa.

FUENTES:

Colectivamente, demostramos que las mujeres eligen ser más emprendedoras cuando su estatus es más bajo, lo que refleja la resiliencia económica de las mujeres. Cuanto más actividad empresarial, mayor es el nivel de empleo por ejemplo (Doran, McCarthy y O’Connor, 2016). Un salario más bajo para las mujeres reduce el costo de hacer negocios a nivel estatal. Este resultado establece una fuerte correlación entre la brecha salarial de género y la economía, mostrando que el estatus de las mujeres es un factor de costo económicamente significativo en la economía. A continuación, demostramos una conexión entre la brecha salarial de género y el costo de hacer negocios y emprender a nivel estatal. Mostramos que tanto el costo empresarial como la brecha salarial de género están directamente relacionados con el índice de emprendimiento agregado; un menor costo empresarial y una mayor brecha salarial de género aumentan el índice de emprendimiento agregado en el estado. La introducción del costo empresarial reduce la magnitud y la significancia del coeficiente de la variable de brecha salarial de género, confirmando que el costo empresarial es un canal entre la brecha salarial de género y el emprendimiento agregado en la economía.

Una mayor brecha salarial de género reduce el costo de oportunidad de las actividades empresariales para las mujeres porque un salario más bajo reduce el valor de continuar como empleadas de otros, alentando así más emprendimiento por parte de las mujeres en estados donde la brecha salarial de género es mayor.

La necesidad financiera es la principal motivación para el 10% (fuente: Monitor Global de Emprendimiento (GEM) En países donde los empleos para mujeres son escasos, el costo de oportunidad del emprendimiento para las mujeres es muy bajo y, por lo tanto, la participación en el emprendimiento de las mujeres es alta. Cuando las mujeres tienen bajo acceso a beneficios socioeconómicos en un trabajo diario como empleadas de otros, entonces su costo de oportunidad del emprendimiento es menor.

Los factores familiares son importantes en la decisión de emprendimiento de las mujeres para iniciar su propio negocio, independientemente de factores financieros como la brecha salarial de género. Estos resultados respaldan la literatura previa que muestra que la motivación de las mujeres empresarias a menudo está fuertemente influenciada por factores socioeconómicos relacionados con la familia la decisión de emprendimiento de las mujeres, argumentamos que la desigualdad de género está relacionada con el costo de oportunidad del emprendimiento para las mujeres, tanto para canales financieros como la brecha salarial de género, como para canales socioeconómicos como el acceso al cuidado de niños y la participación política. Confirmamos que los factores financieros como la brecha salarial de género motivan a las mujeres a ser emprendedoras. Pero también mostramos que otros factores socioeconómicos conectados a cuestiones familiares y el equilibrio entre familia y trabajo también importan, más allá de los factores financieros.

Consideramos nuestras hipótesis como una demostración de la resiliencia de las mujeres en el mercado laboral, y esta resiliencia tiene implicaciones para la actividad empresarial estatal.

Desde la perspectiva de las mujeres, un mayor grado de desigualdad de género financiera o socioeconómica reduce el costo de oportunidad del emprendimiento para las mujeres. El costo de oportunidad de una decisión es un concepto fundamental en el campo de la economía, siendo considerado el costo de lo que más uno podría elegir hacer. En economía laboral, el costo de oportunidad es el parámetro clave en muchos modelos de elección de empleo.

Bonaparte, Yosef, La brecha salarial de género y su efecto en el emprendimiento de las mujeres (17 de marzo de 2022). Disponible en SSRN: https://ssrn.com/abstract=4483412 o http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4483412

Gender Gap

This Women’s History Month, we turn our focus to an issue that reverberates through the corridors of entrepreneurship – the gender pay gap and its profound impact on women-owned businesses. Let’s shed light on how gender inequality isn’t just a buzzword; it’s influencing women’s decisions in a big way.

We’re all familiar with the gender wage gap, right? One study (you can find all the nitty-gritty details HERE) suggests that the gender wage gap is a driver, motivating women to kick-start their own businesses. Studies consistently show that women, on average, earn less than their male counterparts and women from under-represented communities earn on average even less. This wage discrepancy not only limits personal financial resources but also presents a substantial hurdle for women entrepreneurs seeking capital to start or grow their businesses. Access to funding is a crucial factor in the success of any venture, and the gender pay gap compounds the challenges women face in securing the necessary resources. 

Women are also facing other opportunity costs- essentially, weighing the pros and cons of their options when it comes to financial security. Research has found that when there’s more socioeconomic gender inequality, the perceived opportunity cost of entrepreneurship for women actually goes down. Translation? The barriers seem a bit lower, making entrepreneurship a more attractive path. Especially, when factoring in other decision points such as increased flexibility in one’s schedule or the ability to involve their family in their business. 

This type of women’s economic resilience doesn’t just impact women on an individual level; it has ripple effects on the broader community’s entrepreneurship scene. Despite the challenges income inequality creates, it also in many cases fuels women’s initiative to start their own businesses. 

It’s not just about breaking glass ceilings; it’s about creating an environment where women can confidently chase their entrepreneurial dreams, juggle all that comes with life, and find equitable upward economic mobility.

SOURCES: 

Collectively, we show that women choose to be more entrepreneurial when their status is lower, which reflects women’s economic resiliency.

  • The more entrepreneurship activity the greater the employment level is (Doran, McCarthy, and O’Connor, 2016). A lower wage for women reduces the cost of doing business at the state level. This result establishes a strong correlation between the gender wage gap and the economy, showing that women’s status is an economically significant cost factor in the economy. We next demonstrate a connection between the gender wage gap and the state-level cost of business and entrepreneurship. We show that both business costs and the gender wage gap are directly related to the aggregate entrepreneurship index; lower business costs and a greater gender wage gap increase the aggregate entrepreneurship index in the state. The introduction of business cost reduces the magnitude and significance of the gender wage gap variable coefficient, confirming that business cost is a channel between the gender wage gap and aggregate entrepreneurship in the economy.
  • A greater gender wage gap reduces women’s opportunity cost for entrepreneurship activities because a lower wage reduces the value of continuing as an employee of others, thereby encouraging more entrepreneurship by women in states where the gender wage gap is greater
  • Financial necessity is the main motivation for 10% (e Global Entrepreneurship Monitor (GEM))
    • In countries where jobs for women are scarce, women’s opportunity cost of entrepreneurship is very low and, hence, women’s entrepreneurship participation is high
  • When women have low access to such socio-economic benefits in a day job as an employee working for others, then their opportunity cost of entrepreneurship is lower.
    • Familial factors are important in the entrepreneurship decision of women to start their businesses, independent of financial factors (Bonaforte, 2022) such as the gender wage gap. These results support prior literature that shows that the motivation of women entrepreneurs is often strongly motivated by socioeconomic factors related to family
  • Women’s entrepreneurship decision, we argue that gender inequality is related to women’s opportunity cost for entrepreneurship, both for financial channels such as the gender wage gap, and for socio-economic channels such as access to childcare and political engagement. We confirm that financial factors such as the gender wage gap motivate women to be entrepreneurial (Bonaforte, 2022). But we also show that other socio-economic factors connected to familial issues and family/work balance matter, too, over the above financial factor. We view our hypotheses as a demonstration of women’s resiliency in the labor market, and this resiliency has implications for state entrepreneurship activity. 

From the perspective of women, a greater degree of financial or socioeconomic gender inequality reduces women’s opportunity cost of entrepreneurship. The opportunity cost of a decision is a fundamental concept in the field of economics, with opportunity cost considered a driving determinant in an economic decision-making process. Opportunity cost is the value of the next best alternative, that is, the cost of what else one could choose to do. In labor economics, opportunity cost is the key parameter in many models of employment choice 

Bonaparte, Yosef, The Gender Wage Gap and its Effect on Women’s Entrepreneurship (March 17, 2022). Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4483412 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4483412